¿RIESGO INDUCIDO?

Un Riesgo Geológico Inducido (RGI) es aquel que no tiene por completo su origen en la geodinámica externa o interna. Es decir, que para que se dé, se han tenido que producir actividades humanas que lo crean, lo desencadenan o bien,  lo empeoran.

Como bien definimos en nuestra sección ¿qué es el riesgo?, el riesgo implica que se produzca algún daño  o pérdida económico. Pero, ¿cuándo  se cruza la línea en que un proceso natural pasa a convertirse en catástrofe o desastre? ¿cuándo hemos dejado de aprovechar lo que los fenómenos naturales nos ofrecen?

Por ejemplo, en el antiguo Egipto se convivía con las inundaciones, es más, difícilmente se podía vivir sin las periódicas inundaciones del río Nilo. Ahora se han implantado diques en muchos tramos de su recorrido y se han construido grandes presas para poder controlar el río.

En muchos casos, estas ‘protecciones’ creadas por la mano humana producen un efecto contrario al esperado.

Una de las razones por las que los fenómenos naturales se transforman en desastres es por una alta vulnerabilidad de la población, asociada o no, a temas socioeconómicos. Las actividades humanas aumentarán o disminuirán la vulnerabilidad de la sociedad ya que, como decíamos al principio, éstas acciones pueden inducir al origen de un riesgo geológico.

Aquí, solo algunos ejemplos de RGI:

Activación de arcillas expansivas por exceso de riego –> Movimientos y hundimientos del terreno.

Deforestación –> Aumentará la peligrosidad de un movimiento de ladera o de un alud. La vegetación actúa como barrera.

Construcción de espigones y diques en las costas –> Cambio en la dinámica litoral (acumulaciones de sedimentos, erosión…)

Modificaciones del curso natural de un río –> Puede producir que zonas que antes no se inundaban si lo hagan, que en algunas zonas la inundación pueda ser peor de lo que cabría esperar… etc.

Las inundaciones del Río Ebro podrían haber sido peores

Iniciamos este Blog para hablar de las recientes inundaciones del río Ebro ocurridas a finales de Febrero y principios de Marzo del 2015.

Para los que se encuentren un poco despistados, ¿dónde encontramos el río Ebro?
La cuenca hidrográfica del río Ebro la encontramos al noreste de la Península Ibérica y tiene una superficie de unos 85.000 km² (una de las más grandes) y  vertiente mediterránea.
CUENCAS HIDRO
Antes de entrar en materia se tiene que tener claro que podemos diferenciar dos tipos de inundaciones en función de las características y los efectos (ya sean positivos o negativos) que tengamos:

  • Flash flood o inundaciones relámpago.
  • Riverine flood o inundaciones de llanura.

En este post vamos a hablar sobre una riverine flood, que es el tipo de inundación que hemos visto recientemente en el Ebro, y la podemos describir como una inundación que:

  • Afecta a una cuenca grande.
  • Dicha cuenca tiene muchos afluentes.
  • Encontramos llanuras aluviales amplias.
  • Presenta velocidades de crecida de la lámina de agua bajas.

Esto último es muy importante porque nos va a permitir establecer unos tiempos de alerta altos (tiempo en el que se avisa a la población de un riesgo debido a la aparición de una serie de precursores previos a la catástrofe, en este caso las precipitaciones). Una inmensa mayoría de localidades de la cuenca del Ebro fueron alertadas antes de que viniera el caudal punta de la riada debido a este tiempo de alerta. ¿Y por qué decimos que esto es importante? Sencillo, gracias a esto se pueden salvar vidas humanas, aunque desgraciadamente los daños económicos no corran en su totalidad con la misma suerte.

Nos vamos a poner un poco más pesimistas y les vamos a introducir un concepto nuevo que iremos repitiendo a lo largo de este blog: TIEMPO DE RETORNO (años).
El tiempo de retorno (R, años), también conocido como recurrencia, es el parámetro que evalúa el tiempo esperado de ocurrencia entre dos eventos de baja probabilidad, en este caso, inundaciones.

Observen las siguientes fotos:
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Se llega a la conclusión de que una avenida con un Tr de 500 años va a inundar una zona mas extensa  que una con un Tr de 100 años, la de 100 más zonas que la de 50 y la de 50 más que la de 10. Es decir, los tiempos de retorno más amplios se asocian a una mayor inundación.

Estos días hemos sufrido una riada con un periodo de retorno de 10 años, la menor de ellas, y sin embargo, se han sufrido cuantiosas pérdidas económicas. Ahora les planteo dos preguntas. ¿Qué pasará con una riada de un tiempo de retorno mayor? ¿Estamos preparados para ello?

Para acabar, se está hablando de cuales serían las soluciones. En varios medios de comunicación se plantea dragar o limpiar el río Ebro, lo que ha despertado numerosos debates. Lo que está claro es que una buena ordenación y zonificación del territorio es lo básico. En próximas publicaciones iremos comentando posibles medidas estructurales y no estructurales que se pueden aplicar ante dichas catástrofes.